Reyes
Magos regalan juguetes a niños pobres de la comunidad del Henequén
(cortesía de Cubanet)
LA HABANA, Cuba, 7 de enero de 2013, www.cubanet.org.- En la
mañana de ayer, fecha en que a duras penas se celebraban en Cuba las epifanías
de Los Reyes Magos, la Red de Bibliotecas Cívicas Reinaldo Bragado, a través de
su proyecto “Animando sonrisas”, entregó juguetes a un grupo de niños
necesitados de la comunidad marginal del Henequén, sitio localizado en las
proximidades del municipio Mariel (20 kilómetros al oeste de La Habana), actual
provincia de Artemisa.
Tras burlar el asedio de la policía política, Omayda Padrón, (coordinadora nacional del proyecto) y los activistas Adalberto Blanco y Rigoberto García, lograron organizar esta fiesta infantil en la sede de la biblioteca cívica “Heberto Padilla”, de la propia comunidad. Cerca de 30 niños recibieron carritos, lápices de colores, muñequitas, hebillas y disfraces, aunque, desafortunadamente, un lote de juguetes didácticos y ropa interior para niños no pudo trasladarse al sitio por temor a que fuera confiscado por la Seguridad del Estado.
Tras burlar el asedio de la policía política, Omayda Padrón, (coordinadora nacional del proyecto) y los activistas Adalberto Blanco y Rigoberto García, lograron organizar esta fiesta infantil en la sede de la biblioteca cívica “Heberto Padilla”, de la propia comunidad. Cerca de 30 niños recibieron carritos, lápices de colores, muñequitas, hebillas y disfraces, aunque, desafortunadamente, un lote de juguetes didácticos y ropa interior para niños no pudo trasladarse al sitio por temor a que fuera confiscado por la Seguridad del Estado.
El
evento, que se desarrolló preliminarmente en el interior de la vivienda, y más
tarde en la calle, donde los chicos jugaron, cantaron y recitaron, también fue
apoyado por un grupo de madres que inmediatamente se sumaron a las labores de
los bibliotecarios. Hace un año, en esta comunidad fue celebrada una actividad
similar y muchos niños presentes―cuyas edades oscilaban entre los 2 y 10
años—la recordaron.
Ya están
muy lejanos aquellos amaneceres en que los disparos de fulminante, silbatos,
timbres y cornetas animaran el día de los Reyes Magos, cuya fantasía envolvía a
los niños que correteaban disfrazados de vaqueros o indios y montaban
bicicletas, patines o hacían travesuras con sus juguetes. Dichas festividades
fueron anuladas por el régimen, por su incompatibilidad con la ideología
marxista-leninista.
Cuenta
Omayda Padrón que, al concluir la fiesta de ayer, una de las madres presentes
le dio las gracias alegando que su hijo había escrito una carta a los Reyes
Magos y ella no tenía dinero para comprarle los juguetes.
“Dicho
pesar―apuntó Omayda―afecta a la gran mayoría de los niños cubanos, exceptuando
claro está, a la selecta minoría de los hijos de Papá.”
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